Tenemos que articular la manera de poder seguir trabajando aunque tengamos un corte eléctrico que nos deje sin posibilidad de utilizar ningún sistema informático. O por lo menos tener un equipo que podamos mantener sin corriente. Cómo realizarlo y el grado de inversión que dedicará cada empresa será distinto según las necesidades de cada una de ellas.
Si nuestro empresa no puede permitirse grandes inversiones podemos utilizar un equipo portátil, que dependiendo de su batería nos puede dar una autonomía de dos a ocho horas. De esta manera no perderemos toda la funcionalidad y podemos hacer parte del trabajo o atender a un cliente sin tener que tomar nota en un libreta. Si a esto le unimos una conexión de banda ancha móvil tendremos mucho ganado.
La segunda opción sería un SAI con unas baterías que nos diera autonomía para la empresa durante un tiempo prudencial. En este caso lo mejor es tener conectados a las baterías del SAI los servicios mínimos, un par de equipos, el servidor y el router y poco más para prolongar el uso de los equipos el mayor tiempo posible.
Por último si nuestra empresa no puede parar tendremos que optar por tener nuestro propio generador que nos mantenga a salvo de los cortes de electricidad externos. El nivel de inversión que nos podemos permitir dependerá del dinero que pierda nuestra empresa cada vez que se encuentra parada o no puede realizar operaciones.
En todo caso lo primordial es tener un plan de contingencias contra estos imprevistos. Saber como reaccionar y no improvisar. Una calculadora a mano que funcione con pilas, una libreta de facturas, pueden sacarnos de muchos apuros. Y sobre todo nos ahorrarán tiempo una vez recuperada la normalidad a poner en claro las operaciones realizadas en ese tiempo.
En Tecnología Pyme | Opciones disponibles para elegir un SAI
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